En este especial del mes de junio y para celebrar a papá ahora les comparto una reflexión de una amiga Raqui Trigo, quien es psicóloga y asesora de lactancia y de crianza con apego, y ahora nos recuerda la importancia del papá en esa crianza con apego.
Primero que nada, el apego se podría definir como la relación o el vínculo que se establece entre el bebé y las personas que satisfacen sus necesidades básicas y sus necesidades emocionales. Como necesidades básicas podríamos mencionar la alimentación, el aseo e higiene, el sueño… Son básicas para la supervivencia. Por otro lado tenemos las necesidades emocionales que se refieren al cariño y al afecto.
Este vínculo es importante puesto que fomentará el desarrollo personal, afectivo y social del niño. Pudiera pensarse que solamente se hace este vínculo con la Madre pero no es así, el bebé puede establecerlo las otras personas que lo cuidan como es el Padre.
Tradicionalmente el padre representa la figura fuerte y ruda; el proveedor. El padre tenía poca o, en muchos casos, ninguna participación en la crianza de los hijos; esta tarea era exclusiva de las madres. Hoy los padres se interesan más en participar en la crianza de los hijos, buscan entender sus necesidades y así, poder contribuir a su sano desarrollo.
Los bebés desarrollan vínculos con papá y mamá casi al mismo tiempo, siempre y cuando estén ambos presentes en el desarrollo y evolución del bebé, sin embargo, durante los primeros meses la relación con la madre será más fuerte, por todo lo que conlleva la lactancia materna.
Pero si el padre está presente en la vida del bebé desde la gestación, se ha descubierto que también se crea un lazo especial entre padre e hijo. En un estudio realizado a un grupo de infantes, los bebés de un año protestaron de igual manera por la separación del padre y de la madre, mientras que los bebés de nueve meses o menos sólo protestaron por la separación de la madre. Cuando ambos padres estaban presentes, un poco más de la mitad de los bebés buscaban a la madre, pero casi la mitad mostró tanta o mayor inclinación hacia su padre.
La presencia del padre en la crianza de los niños producirá efectos positivos en ellos, serán más independientes, autónomos y creativos. Según los expertos la sensación de protección que brinda un padre a su hijo es muy importante y le ayudará a enfrentar los problemas de mejor manera.
Padre y madre tienen distintos roles en la educación de los hijos, pero una buena comunicación entre ambos hará que el pequeño se sienta seguro y querido. Es vital que el padre se involucre en la crianza de los hijos y que no mantenga una relación distante y dejar todo en manos de la madre, las responsabilidades deben compartirse.
Hoy se sabe que un niño con más de una figura de apego, con más de una persona que lo cuida y le hace sentir querido, es un niño que crece con una base más sólida para enfrentar la vida. Mirando algunos aspectos de la especificidad que aporta el padre, algunos autores señalan que los padres son los que aportan más en el desarrollo motor del niño, por el tipo de juegos que tienden a hacer con ellos; les ayudan a salir al mundo y en el proceso de “destete” de la mamá, y también son un modelo de identificación masculina para los niños, y un modelo de diferenciación para las niñas.
Por esto y por muchas cosas mas, “PAPÁ no te escondas nunca, estate siempre presente por que tus hijos te necesitan como un gran proveedor emocional”
Raquel Trigo