La palabra vulnerabilidad es una palabra que da miedo, ya que en nuestra sociedad las emociones nos vuelven vulnerables, y para qué se vulnerable si eso limita la capacidad de producir, generar y obtener beneficios. Vulnerable nos dice que podemos ser dañados física o emocionalmente. El ser vulnerable nos ayuda a amar, a relacionarnos con otras personas.
La energía del cuarto chakra es la energía del amor, a este chakra lo ubicamos en el pecho, en sánscrito le llamamos Anahata, también se le conoce como el chakra del corazón. Físicamente el corazón es un órgano muy importante y uno de los más vulnerables; todo el cuerpo lo cubre y protege para que desarrolle sus funciones desde que estamos en el vientre de mamá hasta el último instante en nuestra vida cuando el corazón está latiendo.
Cuando la energía fluye de forma correcta en este chakra podemos amarnos a nosotros mismos y prodigar amor a los demás. Nos hace personas receptivas al amor, de corazón abierto, amabilidad y perdón. Pero cuando hay un desequilibrio o no fluye esta energía somos incapaces de perdonar, hay celos, odio a hacia uno mismo y a los demás.
En algunas tradiciones de Oriente hablan del corazón como nosotros hablamos del cerebro, las decisiones se toman ahí. Y en investigaciones recientes se han encontrado neuronas en el corazón. Así que podemos escuchar al corazón para tomar decisiones, es pensar con el corazón, sincronizando la mente, conciencia e intelecto con el amor, hacia uno mismo y a los demás.
Sin embargo, para amar y ser amado con totalidad necesitamos mostrarnos tal y como somos con emociones, heridas, pasado, gustos, todo lo que nos conforma. Si yo me he aceptado y amado tal y como soy por completo soy capaz de amar a los otros. Si no es así, sólo muestro una parte, la que no me da miedo. Si alguien me ama, por esa parte que he decidido mostrar eso no es amor, es enamoramiento, es pasión o deseo. Para amara y ser amados es necesario ser vulnerables y confiar como el corazón que en su momento llegar las personas correctas, empezando por mi propia aceptación para cubrir y proteger, para amar y aceptar a este ser vulnerable que ha venido a la tierra a amar y ser amado.
Cierro hoy con esta frase tan linda que nos recuerda para que estamos en este mundo “Doy amor y recibo amor”.