GRACIAS CUERPO. Hoy, dos semanas post parto, doy las gracias a mi cuerpo por llevar dentro la vida y ser el medio para que mis dos pequeños estén el día de hoy entre mis brazos.
Los cambios que hubo en 39 semanas y media del primer embarazo y 39 semanas en el segundo, como el estiramiento de la piel, el aumentó el peso o la cantidad de líquidos, todo eso cambió mi cuerpo para desarrollar a mis pequeños. Claro que hay marcas del proceso, estrías y una piel que se está reajustando.
Pero la magia del cuerpo humano que se sana y regresa a su equilibrio está ocurriendo. Con los cuidados para la piel, para la alimentación y los cuidados para aceptar y agradecer mi cuerpo comienza a reestablecerse, a adaptarse a crear un nuevo normal. Un nuevo cuerpo que recuerda el proceso de la vida con alguna señal.
Podría luchar y renegar de estos cambios, pero creo que estos cambios me ayudan a recordar este bello proceso que disfrute tanto del embarazo. Podría luchar por volver a ser quien era, pero no estaría disfrutando el momento presente. Si quisiera ser quien era antes de embarazarme eso no incluiría a mis hijos. Así que por nada quiero volver a ser quien era antes. Ahora disfruto ser mamá y con ello viene los cambios en mi cuerpo, en mi mente, en mi forma de ver la vida. Las marcas del embarazo son las marcas de las mujeres, de su poder de crear vida. Así que hoy agradezco a mi cuerpo.
Hoy agradezco a mi cuerpo por el milagro de la vida y por la magia del alimento para mi bebé.
Claro que hay dolor, molestias, pesadez y cansancio al crear la vida, al traerla al mundo y al alimentarla. Pero es sólo una muestra del milagro de la vida que valoro infinitamente al tener a mi niño entre mis brazos y ver a mi niña crecer y mostrarme que es el amor incondicional.
Hoy agradezco a mi cuerpo por el amor que ha manifestado en nuestro hogar, por permitirme se mamá. Pero lo que más quiero es que mi niña vea que el cuerpo debe ser amado y respetado, agradecido y cuidado.
Quiero que mi niña no se sobreidentifique con un yo corporal, sino que disfrute de su vida y que el cuerpo sea un medio para lograr lo que desea hacer en su vida. El cuerpo debe ser cuidado y procurado, pero no mantenido como una piedra perfecta que no cambia, sino como algo que trabajas desde la aceptación y la gratitud día a día.
El amor por un cuerpo perfecto puede llevar al rechazo y esto resta poder a la mujer. Hoy te invito a aceptar y agradecerle al tuyo, a tomar el poder en tus manos.
Namaste.