Hoy comparto con ustedes un poco de lo que hacemos en la clase de yoga para mama y bebé.
Esta clase de yoga la comencé a impartir hace cinco años cuando fui mamá por primera vez. De una forma muy natural evolucionó mi práctica individual de yoga para compartir estos ejercicios basados en la naturaleza de los animales llamados posturas o asanas, así como la atención a la respiración y observar de forma consciente como mi bebé respira y vive plenamente el momento.
Pero fue hasta que una amiga, Raquel, me animó a compartir esta práctica con otras mamás en un taller de lactancia en el Hospital Lomas hace cinco años.
Fue cuando me di cuenta de otro beneficio de está clase y es la bendición de conocer a otras mamás y bebés, que esta relación va generando una tribu. Un grupo de mujeres unido por la maternidad sirviendo de espejo, de consejo y apoyo una a la otra.
Para mi el impartir la clase me enriquece al igual que espero enriquecer la vida de los bebés y mamás que van a las clases.
La práctica de yoga tiene la intención de fomentar un vínculo con tu bebé. Soltando el teléfono, la agenda y los pendientes, y concentrándonos en el ejercicio y nuestros bebés.
Como el nombre lo dice, yoga es union. Es unir el cuerpo y la mente, comenzar a introducir a tu bebé con el movimiento y descubrir sus manos y su cuerpo. Es unir al bebé y su mamá una vez que están en nuestros brazos.