Fragmento del libro «Yoga: Principios y Prácticas» de Urapiti Paloma Castillo Moctezuma
Entonces, si actuar con ética te permite ser más feliz, seguro de ti mismo, más valiente, además de reducir la ansiedad, miedo, culpa, quitarte las dudas sobre ti mismo, la depresión o desesperación ¿Por qué es que dudamos portarnos éticamente? ¿Porque es parte de la naturaleza humana el querer sacar ventaja el otro? Por el aprendizaje en sociedad que tenemos, donde se valora más lo exterior, el poder, la fuerza física y económica.
Sin embargo, cuando actuamos éticamente nuestra mente, corazón y emociones están tranquilas y somos seres saludables; eso sin dejar de obtener los resultados o muestras materiales de nuestro trabajo que se dan de forma automática. Vamos a ver entonces cuál es el código de ética del yoga, mejor conocido como el “Yama y Niyama” las abstinencias y las observancias, lo que debemos hacer y lo que no debemos hacer.
Estas son las 10 acciones-no acciones del yoga, y nos vuelven inofensivos, tal y como decía Sri Nisagadatta Maharaj. Nos permiten quitarnos la armadura, trascender la forma y la materia; pensar en el otro o la otra como una parte de mí. Hacer lo que te gustaría que te hicieran, abstenerse de hacer daño al ambiente, a la comunidad con las mentiras, violencia, robos, lujuria, tener actitudes avariciosas. Y por el contrario hacerle el bien mediante el trabajo individual de desarrollo holístico, por medio de la pureza, la conformidad, la austeridad, el estudio-oración y la devoción a Dios.
“La ética del yoga nos insta a volver a examinar qué estamos haciendo con nuestra vida. No es sólo cuestión de hacer lo que ‘debemos’ hacer. Los fundamentos de esta ética son principios universales, que pueden orientarnos para que no vivamos caprichosamente. Estos principios nos enseñan a observar nuestros impulsos internos, de modo que el corazón, la mente y las acciones forman una unidad.”[1]
“Yama y niyama son el cimiento sobre el cual el yogui comienza a edificar su vida espiritual. Armoniza el cuerpo y la mente con las leyes divinas de la naturaleza –es decir, de la creación– brindando bienestar interior y exterior, felicidad y fortaleza que atraen el devoto hacia prácticas espirituales más profundas y que le vuelven receptivo a las bendiciones del sadhana (sendero espiritual) impartido por el gurú.”[2]
Cabe señalar que el objetivo del yoga no es crear una comunidad religiosa, pero si una comunidad espiritual, sea cual sea tu religión el yoga te permite profundizar en la misma enseñanza y práctica de tu religión. Este código ético sólo complementa tu actuar como ser humano y seguramente en algunos casos se repetirán algunas de estas “acciones-no acciones” porque son compatibles con las enseñanzas espirituales. Existe el yoga devocional también conocido como Bhakti Yoga, pero la mayoría de las prácticas de yoga en occidente buscan el trabajo espiritual.
Por ello es frecuente, que debido a la desinformación los conceptos erróneos o francamente dolosos con respecto al Yoga, algunas personas piensen que al practicar esta disciplina o tomar este camino de superación se atenta contra las propias creencias religiosas y se comience a practicar “otra religión”. Nada más falso.
El sacerdote católico Luis Jorge González quien tiene un amplio conocimiento en psicología humana y en los métodos de crecimiento espiritual comenta en su libro “El Secreto de Gandhi” lo siguiente: “la praxis de yoga en clave liberadora, supone como base -de acuerdo con la tradición hindú- una actitud de apertura y honestidad frente a Dios y frente a los demás”.
[1] Isaacson, C., El Yoga, p.90
[2] Paramahansa Yogananda, (2010), El Yoga del Bagavad Guita, p.40
2 comentarios sobre “El código de etica del Yoga: Yama y Niyama”