En la tradición de yoga se habla de las diferentes capas de conforman al ser humano, que lo hacen un ser holístico con cuerpo, emociones, pensamientos y espíritu. Uno de estos campos, el energético, es una plantilla a través de la cual fluye y se acumula energía o prana. Cuando varios canales se interceptan se forma un chakra. Existen siete chakras principales y cada uno de ellos nos ayuda a desarrollar una energía que nos permite evolucionar en nuestra ex pericia humana.
En esta ocasión presentaré la energía del primer chakra, en sánscrito lo conocemos como muladhara, lo cual significa chakra raíz. Se encuentra ubicado en la base de la columna vertebral en un plano energético, no tangible. Las cualidades de este chakra nos ayudan a vincularnos, a sentir esas raíces y tiene su manifestación física en la fortaleza de las piernas y la capacidad de sostenernos. Es lo que nos vincula con el mundo de materia.
Las cualidades que provee este chakra ayudan a desarrollar un sentido de pertenencia a la tribu, es la primera energía que desarrollamos. Al llegar a este mundo vivimos en nuestra madre por cuarenta semanas en su vientre, nacemos y seguimos alimentándonos de ella, de sus emociones, de los alimentos que consume, y de sus pensamientos. Casi un año después de nuestro nacimiento nos percatamos que somos seres separados, con cuerpo, mente, emociones y deseos diferentes a los de nuestra madre, y viene una crisis de separación. Antes de ello nos sentíamos parte de ella, de ahí provenía nuestro poder para sobrevivir en este mundo.
Este poder de pertenencia, nos alimenta, viste, procura y ama. Los seres humanos necesitamos de una familia, una tribu a la cual recurrir para cubrir nuestras necesidades en los primeros años de nuestra vida. Es el poder de la tribu el que nos mantiene con vida, nos empodera. La tribu nos enseña los códigos para pertenecer y funcionar en ella, nos enseña la lealtad a la familia, el honor a la patria y la justicia.
Cuando alguien se siente desconectado de esta tribu su poder se ve disminuido, por ello es importante el recordar a nuestros antepasados y honrarlos, recordar que gracias a ellos es que se dieron las condiciones para nuestra existencia. Sin embargo, el reto de este chakra, así como para los bebés, es la separación física de la familia o del grupo, es tomar la responsabilidad por nuestros propios actos. Lo cual nos lleva a la energía del segundo chakra que presentaré en la siguiente entrada.