En la práctica de yoga actual hemos tratado de llevar ésta a todas las personas, sin importar su edad o condición. A diferencia de la práctica de yoga hace algunos años, cuando era impartida solamente para algunos, el acceso de las mujeres era prácticamente restringido hasta mediados de este siglo. Ahora las mujeres pueden disfrutar de esta práctica, incluido durante el periodo del embarazo y cuando tienen a su bebé pequeño.
El objetivo al participar la embarazada de una práctica de yoga es acercar ejercicios de respiración milenarios que han probado su efectividad para recargar la energía del cuerpo y de la mente, además de ayudar físicamente por medio de las posturas o asanas, a la flexibilidad y fortaleza del cuerpo. Todo esto ayuda a vivir un embarazo de una forma consciente, no como una enfermedad, sino como un proceso de creación de la vida.
Además de los beneficios físicos, ayuda a calmar la mente y con ello ser conscientes de los miedos, ansiedad y estrés que puede producir este cambio en la vida toda mujer. Al tomar consciencia de estos cambios y miedos es más fácil afrontarlos y superarlos antes de que se adueñen del cuerpo y la mente, dificultando el proceso físico del parto y el proceso emocional de la maternidad.
En el tiempo que tengo compartiendo yoga con las futuras mamás me he dado cuenta de estos beneficios, y puedo decir que cada mamá obtiene beneficios particulares. Por ejemplo, una mamá primeriza pudo tener un trabajo de parto menor al tradicional. Mientras que otra mamá encontró en los ejercicios de meditación una forma de aceptar su cuerpo y darle permiso de manifestar a su sabiduría interior, al confiar en su cuerpo soltó el miedo a de no poder dar a luz.
De esta forma, cada mamá es una historia diferente, pero todas con un común denominador, yoga les ayudó a disfrutar de su embarazo y de su bebé. Yoga ayudó a crear un lazo consciente con su bebé y con ello a vivir un amor más puro; a tomar consciencia de los cambios físicos y emocionales; a tener fuerza y flexibilidad para dar a luz; a fluir como el agua para adaptarse al cambio inesperado de un embarazo, un parto y sobre todo al tener a su bebé en sus brazos.
Yoga para todos, incluidos los bebés, es algo que me encanta compartir con las mamás porque es una forma de sembrar semillitas en el corazón de mamás y bebés para tener una maternidad consciente y llena de amor. Promoviendo la aceptación, amor y paz en el corazón de mamá, de bebé, de la familia y de la comunidad.
Feliz día de las madres.
Yoga y Ayurveda 