Prana es lo que hace posible el movimiento, es una fuerza en constante movimiento, es la energía que produce cada acción, voluntaria o involuntaria, cada pensamiento, el movimiento en cada nivel de la mente y el cuerpo. Prana es una energía compleja y multidimensional, es una combinación de la energía eléctrica, magnética, electromagnética, fotónica, ocular, termal y mental. Esta energía se incrementa o decrementa mediante el aire que respiramos, la comida que tomamos, los pensamientos que tenemos, las acciones que realizamos y el estilo de vida que llevamos. Y al morir, todo ese prana acumulado deja el cuerpo.
En yoga tratamos de aprovechar esta energía por medio de ejercicios, a esta ciencia la llamamos pranayama. Pranayama se desarrolló de una forma intuitiva y experimental utilizando la respiración como un medio de acceder a los varios niveles de esta energía. La respiración se hace en tres pasos, la inhalación “pooraka”, retención “kumbaka” y exhalación “rechaka”.
La clave para estos ejercicios de pranayama, de acuerdo a Swami Niranjanananda Sarawati, es la retención ya que esta permite un periodo mayor de pausa y de asimilación del prana en el cuerpo. Al controlar esta respiración tus células tienen una mejor oxigenación, los canales energéticos, llamados “nadis”, se despejan y la energía fluye más fácilmente en el cuerpo. Por lo que la práctica del pranayama ayuda a la mejor oxigenación de tejidos, lo que se traduce en una regeneración celular y en rejuvenecimiento del organismo.
Un ejercicio de respiración es inhalar por una fosa nasal mientras la otra esta tapada con los dedos de la mano derecha; para exhalar se abre la fosa nasal cerrada al tiempo que tapas la contraria. Realiza 5 respiraciones de un lado y cinco del otro después de tu práctica de asanas o posturas. Con ello te sentirás renovado, mejoraras tu función pulmonar y circulatoria. A nivel psicológico generarás calma y serenidad.
El trabajo con pranayama es posterior a las prácticas de yama, niyama, asanas. Esto significa que el practicante de yoga debe ejercitar el código de conducta y la práctica te posturas antes de comenzar con el trabajo de pranayama. Esto es porque sus beneficios no solo son físicos, sino que tienen un impacto muy grande en la mente y la energía del cuerpo. Por ello es necesario preparar el cuerpo y el ser para poder recibir esta energía sin dañar el cuerpo energético y la mente.
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